Esta semana he ido interrogando a diferentes amigos sobre un tema: ¿qué superpoder original tendrías? La pregunta, así, sin estar en una sitcom o un trend de Tiktok, descoloca. En lugar de girarme y mirar a cámara, les hice un disclaimer (que ya es más de lo que hacen las influencers cuando cuelan una publi como si fuese una pregunta y no añaden el hashtag AD): avisé de que era con el fin de sacarlo en los martescitos.
A día de hoy, si no me lees los martes es que no somos tan amigas, he llegado a apuntar a gente yo directamente a la base de datos por ponerlo fácil, tal es mi compromiso/locura.
En cuanto a la pregunta curiosona, lo que no decía era el otro motivo oculto para hacerla: dar algo de originalidad a las conversaciones. Me encantan los “quétalteva” y los salseos, evidentenente (luego ahondamos en esto), pero tardo tanto en ver a todos mis amigos y la conversación es tan a saltos porque siempre hay niños o móviles con notificaciones cerca, que apenas dejamos margen para las conversaciones tontas, las que te arrancan una sonrisa, las que se convierten en recuerdos para siempre. En una conversación en la que te cuento que he pasado dos catarros y que la niña se sigue despertando por la noche no se tercian unas risas casi nunca.
Además, nos están afectando a todos muchas cosas. Dicen que se desvanece lo genuino por culpa de las redes sociales, se ha perdido el pensamiento crítico o cualquiera que se salga de la norma. También dicen que ese tipo de conversaciones, donde se habla de todo y nada y acabas en risas, llegan cuando los encuentros son frecuentes y de muchas horas… algo que cada vez, en la era del cansancio, tampoco sucede. Yo no sé si hay algo de verdad entre tanta teoría, pero prefiero eso a la otra explicación que encuentro: que a lo mejor YA NO SOY GRACIOSA. Me agarro a cualquier otra excusa antes que pensar en esto.
Dispuesta a ahuyentar ese pensamiento intrusivo y para solucionar la falta de anécdotas maravillosas, pensé que si introducía un tema diferente la cosa cambiaría… Me equivocaba.
Los experimentos sociológicos se los dejamos a Gran Hermano, si es que hay alguien que siga creyendo en ello después de tantos años de reality guionizado.
El resultado fue desastroso: conseguí algunos superpoderes pero todos estaban vistos… Por ejemplo, comer mucho y no engordar, me encantaría, claro, pero no es el tema, porque es tan clásico que asusta, de hecho para algunos lo llamaremos don o metabolismo rápido, y en otros casos se conoce como ozempic y sucedáneos. Desesperada por llevar la conversación hacia lo diferente, añadí una pregunta extra: ¿qué única comida elegirías para que no engordases al comerla? Difícil, ¿eh? Tuve que decidir en su día carrera universitaria, el nombre de mis dos hijos, elijo color de uñas cada mes… Nada es comparable a esto. Si me lo tomo en serio hasta me agobio: ¿pasta? ¿Patatas fritas? ¿Croquetas? Imposible quedarse solo con una.
Otro superpoder que me sugirieron fue poder volar. No se me había ocurrido jamás… Aunque diré que con los precios de los billetes de avión, si añades la palabra GRATIS ahí sí que tienes toda mi atención. Pero tampoco es tan superpoder, si lo piensas: los familiares de los que trabajan en las aerolíneas ya tienen esto, conocido como descuento de familia.
Teletransportarse fue la última sugerencia y de hecho diría que incluso la añadí yo… Y ya. Hasta ahí llegaron las propuestas, ni una original. Algunos prometieron mandarme su elección y sigo esperando.
Es una cuestión difícil, no digo que yo tenga la respuesta, pero, por lo general, pienso que el superpoder random tiene que solventar asuntos que a la Humanidad en conjunto le darían igual y a una persona particular le darían la vida. Serían cosas para ganar tiempo (ahorrarlo al hacer cosas o directamente evitando lo que Oliver llama jubilarse y que es un eufemismo de morirse), suele servir para evitarse inconvenientes, como lo de comer y no engordar… Por ahí va la cosa.
Desde luego, no estamos como para ponernos generosos, nadie me sugirió un superpoder para ayudar a los demás. Al menos así, a priori. Luego, quizá, con el tiempo, podríamos contemplar lo de salvar el mundo, jubilar a Trump y Musk, eliminar guerras, etc.
Ayer, frustrada, pensé que no podría utilizar esto ni para mejorar mis conversaciones ni para dar ideas en los martescitos, pero me acordé de que a ratos voy haciendo (muchas) pruebas con la inteligencia artificial. Sí, se me había olvidado como se me olvidan todas las cosas que hago o digo porque no duermo lo suficiente. También es que yo a la IA me la tomo en serio, así que no se me ocurre pararme a preguntarle mis tonterías. Hoy, sin embargo, he querido hacer la prueba y… Déjame decirte que o yo le he dado muy buenas indicaciones o realmente hemos neutralizado nuestra capacidad de tener pensamientos originales y se la hemos cedido a las máquinas, porque me gustan mucho:
Son muy originales y reconozco que me gustaría tener muchos de estos superpoderes. La parte buena: como todos mis amigos están obligados a leer los martescitos, introduzco desde ya el tema y podremos debatir cuál de las propuestas mola más de todas. También se convierte en recomendación para cualquiera: si sacas la conversación, quiero saber qué tal te va.
Y mientras…Vamos a trabajar con nuestro superpoder de la imaginación, que las máquinas parece que lo tienen claro.
RECOMENDACIONES
Los pasitos enmarcados
Lo había visto ya alguna vez en Instagram (ya es que casi nada es nuevo) pero hoy me ha vuelto a salir y me encantaría hacerlo con Lana, que ya da sus pasitos muy graciosos, sobre todo cuando piensa en hacer alguna trastada y va con mucha decisión. El problema que tengo es que con Óliver no lo hicimos y lo mismo está feo no equilibrar el asunto…
Dos newsletters
Con las chapas que meto yo aquí puede que no os quede tiempo para leer nada más. Pero bueno, yo lo intento.
La gente se sorprende al saber que, a pesar de mi trabajo, no estoy muy al día de los salseos del corazón. De famosos españoles, poquísimo. A veces un pelín, pero por lo general me interesan poco (y además ahora mismo tengo muchísimas tareas que poco tienen que ver con lo que son los cotilleos en sí mismos). Para mí, con las redes sociales y el poco carisma, no hay mucho donde rascar.
Ahora, sácame un tema de Hollywood y me ganas. Ya no es como antes y hay poco misterio, pero hay muchas estrategias de relaciones públicas, muchos movimientos que no sabemos y eso me da la vida. Me encanta saber qué hay detrás de cada aparición pública de una celeb, qué mensajes ocultos hay detrás de las declaraciones de unas y otras fuentes: desmontar un poco el glamour del star system, ese hobby sí que te lo compro.
Desde Españita es difícil estar al día, pero siempre hay alguien que te lo cuenta: he ido pasando por diferentes fuentes fiables, y ahora mismo me encantan un par de newsletters que van de este palo.
En Gossip Time, las cosas de las celebs contadas con conocimiento de causa:
En I <3 Mess, celebs y moda, una unión siempre curiosa.
Una tontería muy cuqui para cuando tienes tiempo
Las cosas que me voy guardando para mi futura yo con algo más de tiempo y una bebé que duerma sola…
La camiseta del finde y otras dos más
No sé, siento que si no os hago comprar una prenda de ropa a la semana no soy yo. Y eso que muchas otras veces me esfuerzo en que esta newsletter no tenga tanta incitación al consumismo (sin éxito).
Pero vamos, es que esta camiseta para los findes… Dime que no es una maravilla.
Por cierto: por supuesto que Villa Veneno tiene su camiseta rosa y rojo, es una chica de bien.
Y si eres fan de las Spice, seguramente te haya salido esta #collab tan fuerte: Polinesia, la típica tienda que en tu cabeza es cutre (y en la realidad quizá también)… Tiene dos camisetas oficiales de las Spice Girls. Vivir para ver (y clic para comprar, claro).
Y otras zapatillas
En una nueva edición de “las mejores zapatillas están en la sección de Zara kids” traigo unas zapas con abalorios. ¿Por qué no hay ropa divertida de adultos? Así no nos veríamos obligadas a comprar en la sección de otros…
Un meme absurdo
Qué de tonterías traigo esta semana…
Series de sentirse bien
El otro día mi amiga Patri me pidió recomendación de series nuevas. Todas sabemos que tengo un compromiso fuerte con ‘Anatomía de Grey’ pero siempre estoy disponible para recomendar (de eso van los Martescitos, si no se me va mucho el dedito contando mi vida).
Conozco bien a mi amiga y sé que ella, como yo, disfruta con muchos géneros, pero con el que más es con el de ‘feel-good shows’; de series para sentirse bien, vamos. Así que aquí van mis dos favoritas y abro los teléfonos para que me recomendéis más por el estilo. No son en absoluto nuevas pero el otro día leí que el consumo vuelve a estar cambiando y ya nadie ve las mismas series al mismo tiempo (es que ni los jóvenes se están poniendo de acuerdo para seguir ‘La isla de las Tentaciones’ a la vez, y eso que se emite con su horario en la tele tradicional):
Ted Lasso: te diría que quizá mi serie favorita de los últimos años. Todos son tan buena gente, son tan cuquis, y esas galletas…
La Maravillosa Señora Meisel: sobre todo su primera temporada, donde además el despliegue de vestuario es increíble. Como dato, sus creadores son los mismos que ‘Las chicas Gilmore’, y tienen unos cuantos proyectos más entre medias con éxito regular, pero todos con ese estilo, gente buena que no te hace sentir necesariamente mal (salvo cuando Rory engañaba a Dean con Jess1).
Noche en el museo
Tengo claro que el objetivo no verbalizado de esta actividad es imitar la peli, pero no he podido evitar titular yo así a las acampadas que hacen en el Museo de Ciencias Naturales. Te llevas tu saco de dormir, tu cena tipo picnic y te plantas allí a hacer actividades. Bueno, todo eso si eres niño: si eres el adulto al cargo, vas e intentas sobrevivir a la noche sin que esos pequeños demonios te la líen, te levantas y te vas directamente al fisio a que te devuelva a la vida después de dormir en el suelo de un museo. Me parece planazo (para los niños).
Y con esto termino esta semana. Gracias, muchísimas gracias por los mensajes, las sugerencias, y por recomendarme (hasta tengo mi propio marketing de guerrilla en el parque, gracias Natalia por la promo). Nos leemos la semana que viene y entre medias en los comentarios.
Aunque, claro, Jess en el futuro teniendo trillizos y esta estampa, puedes entender que Rory viese TALENTO.
Yo quiero pintar dinero de verdad. Y con eso consigues el tiempo, volar lo que quieras (si quieres volar), no tener que hacer tareas tediosos y hasta comer sin engordar (o eso dicen ahora).
Iba a decir las Chicas Gilmore porque la estoy viendo ahora de nuevo. Curioso porque esta segunda vez tengo una opinión muy distinta de Max y Luke. Mi serie confort total es Se ha escrito un crimen, también Downton Abbey. En cuanto al superpoder, un botón de “culpa free”, el poder de hablar con adolescentes sin pifiarla y de dar paz mental de forma inmediata a quien detectara que lo necesita. Me encantan la camiseta y Jess 😬