Martescito de recomendaciones: empecemos por el principio (de proporcionalidad)
2025 ha empezado desmedido, vamos a arreglarlo.
A veces… Qué digo a veces, SIEMPRE soy bastante consciente de que este primer texto que va antes de las recomendaciones son más mis pensamientos publicados que una recomendación que alguien se tome en serio.
Está vez, como sociedad, nos merecemos tomarnos lo que voy a explicar como una regla de oro y que simplemente consiste en aplicar lo que en términos jurídicos se conoce como el principio de proporcionalidad. Se dice rápido pero el cambio es profundo.
No es que yo me acuerde mucho de lo que me enseñaron en la universidad (¿estudiar solo con el objetivo de aprobar no era la mejor manera de adquirir conocimientos? Qué unexpected), pero sí recuerdo levemente qué era esto: básicamente, es una idea bajo la cual las penas tienen que ser proporcionales al hecho delictivo cometido.
O sea, que no te pases castigando, dicho así rapidísimo y traducido a la vida.
Quizá ya utilizas este concepto sin saberlo. En mi casa lo usamos mucho, es típico oírnos preguntar “¿tan grave es la ofensa que te he hecho? Si pensabas que la palabra “ofensa” era algo más de la literatura que de la gente de la calle, aquí tienes una familia que lo incluye en su día a día.
El caso es que ahora noto que me paso el día analizando el mundo (digital, aunque ahora mismo qué queda siendo solamente online y qué analógico) bajo ese filtro, bajo esa mirada, la única que se me ocurre ante tanto flipar: para todo somos no te digo ya ofendiditos, sino ya directamente ofendidotes, todo nos parece merecer castigo y que hagamos justicia. Y además, en esta tormenta perfecta, “hacer justicia” simplemente se traduce en gastar unos segundos de nuestro extensivo tiempo online, facilísimo.
Me consuelo diciendo que esto está pasando porque seguimos los pasos de Estados Unidos pero, oye, ese consuelo es tan triste que no me vale ni siquiera a mí que sueño con ganar la lotería de la green card.
Pero porque yo no quería la falsa moral o la caza de brujas constante, yo quería sus casas (viejas) baratas, sus ciudades, lo que nos vende el cine y su deco de Halloween y Navidad… Yo no había dicho que nos volviésemos como ellos en absoluto y veo que nuestra sociedad, la de los españoliers de a pie, se está montando su propia versión remasterizada.
O sea, que puestos a imitar a EEUU, pues hagamos mi pueblo americano de una vez para tener lo de la decoración y todo eso, las casas cuquis, podemos intentar también tener sueldos tan altos como los suyos, tasas de desempleo más bajas… No sé, chicas, cosas prácticas. Porque lo de pasar a tener la piel finísima, hacernos los woke, los guays, mira, es que no nos sale… O nos sale en versión española, que mezcla todo eso con una mala leche que nos va a hacer bajar el escalafón en los rankings de gente afable por el mundo. Y POR AHÍ NO PODEMOS PASAR, CHIQUICARIS. Que no nos quiten el podio en simpatía, en donaciones y en reciclaje (si despuntamos en algo más, decidme, que, como decía un profe de mi instituto, sirve para fardar en el metro… si es que queda alguien que no vaya mirando el móvil).
Porque todo nos duele, todo lo ajusticiamos, vale, te lo compro, pero es que los americanos no tienen la expresión “pasarse tres pueblos” y si no la tienen es porque no hacen gala de la mala baba que tenemos nosotros, a los que no nos viene mal recordar ese principio de proporcionalidad. Es el momento. Que no hace falta que todo nos duela como lo que más o que de todo nos tengamos que posicionar. Lo dice la que venía a recomendarte cosas y te soltó la chapa, puntito en boca.
Ahí lo dejo. Principio de proporcionalidad forever.
Pero miradme lo de montar el pueblo que yo necesitaría meterme en mi casa americana y no volver a ver a nadie en una temporada.
[Imagen en directo de mi pueblo en mis pensamientos].
En esta línea, por cierto, un pensamiento de otra autora en Substack:
RECOMENDACIONES
Por qué el cine ha perdido calidad y qué tiene que ver el streaming con esto
Me ha gustado mucho este ensayo y me ha dado una visión que desconocía del cine actual. Intuía algo (en casa, y lo siento si doy una imagen ahora de culturetas porque menuda narrativa me estoy marcando hoy, siempre comentamos lo malas que son las películas de las plataformas) pero no sabía ni los inicios (falsos) de Netflix, ni cómo su existencia también ha empeorado a los curritos de Hollywood, entre otras cosas. El éxito, me parece a mí, es relativísimo en este caso.
Es largo (y en inglés), pero esta muy bien documentado. Necesito charlar de esto con alguien, ¡leedlo!
Lo que me lleva a este regalo
(Lo siento, ya no es Navidad, lo sé y lo sufro en silencio, pero me parecía apropiado).
Qué bonito regalo: una tele con vídeo incorporado (fue el regalo de mi comunión y le di uso durante muchísimos años) y una caja llena de pelis. Quizá tengamos que volver a esto, yo qué sé.
Un (casi) ramen
Mi algoritmo nota que me encantan las sopas y que me estoy alimentando de ellas todo lo que puedo ahora que tengo superávit de caldo Aneto en casa (no me gusta presumir de mi alto nivel de vida) (vale, tip: de vez en cuando sale rebajado en Privalia o Showroom Privé y hay que aprovechar porque sale mucho mejor de precio). Últimamente solo me sale como hacer ramen rápido (que seguramente se parezca al ramen como la paella con chorizo a una paella de verdad) y la verdad es que voy a intentar hacerlos absolutamente todos. Lo siento si eres mi actual marido, era esto o volver a hacer pescado al horno con su consiguiente visita a urgencias para que me saquen espinas.
Orden en la vida
No quiero pedir mucho estos días de fiesta de enero, así que prioricemos: primero lo de la proporcionalidad, y luego ya si eso lo de conseguir organizarse mejor. Tener un orden en la vida. Me he leído esta newsletter entera y hay bastantes buenas recomendaciones. Si voy aplicando alguna, os cuento en martescitos venideros, porque Pedro ya me ha vetado los organizadores de platos y tazas, así no puedo mejorar yo mi vida.
Un tapabocas antirronquidos
Me he quedado picueta al ver este producto recomendadísimo por alguien en Substack. Asegura que pensaba que iba a ser horrible pero en realidad es muy agradable y realmente se descansa más.
Como persona que ODIA los ronquidos a más no poder (intento ser tolerante pero me sacan de mis casillas) y a su vez misma persona que se muere de vergüenza al saber que a veces ella misma ronca, NECESITO comprar esto.
Su poquito de calzado respetuoso
Sí, lo siento, estoy dentro. A ver, llevo años dentro porque a Óliver le hemos comprado (casi siempre) zapatillas respetuosas, cuando empezó a andar lo notábamos muchísimo y yo qué sé, somos como el meme de “me gusta ser tonta” pero en versión “me gusta pagar no menos de 50 euros por cada par de zapatillas”.
Pero ahora me voy a pasar yo misma con mi pie al lado oscuro (o al lado claro, no lo sé): entendedme, solo llevo zapatillas porque mis pies sufren con cualquier tipo de calzado, todo me hace daño, todo es molesto… Habrá que probar.
El otro día pasé con mi amiga Oti (influencer en ciernes, no os la perdáis) por una nueva tienda que es de calzado respetuoso? Pero para adultos, así que sé que lo estoy sola con la tontería porque de hecho no dejó de entrar gente mientras mi amiga se probaba todo lo que había. Los Reyes Magos me han dejado un par de botines en Burgos, así que ya os contaré qué tal…
Los tatus de Kieran Culkin
Me encanta este chico. Quien haya visto ‘Succession’ creo que me entenderá y no sé si es por la cantidad de veces que hemos visto ‘Solo en casa’ esta Navidad pero me produce ternura. De hecho, cada vez que hace un discurso en algunos premios siento que despierta la simpatía de todos. Es diferente pero bien.
El caso es que el domingo fueron los Globos de Oro (mientras venían los Reyes, por eso igual ni te has enterado, así que también te cuento que Zendaya y Tom Holland se casan). A Kieran, el único Culkin actor ahora mismo, le dieron premio como actor de reparto en ‘A real pain’ y se presentó tal que así:
¿Mola o qué?
Lo saqué en Insta y Lucía, dueña de Bizcocho de Yogur me dijo: “Podrían ser perfectamente de mi tienda”… Y a las horas descubrimos que casi literalmente porque pertenecen a dos lotes que, efectivamente, se venden en la que es la Mejor tienda para niños (y familias). Lo dije la semana pasada y si lo vuelvo a repetir no es por casualidad, es que lo creo muy fuerte.
Aquí está el set de la imagen y el otro que se puso el actor. Yo digo que se agotan en nada… Yo misma estoy pensando en hacer un homenaje en la próxima fiesta Cuore.
Es todo por esta semana de vuelta a la normalidad, iba a decir la triste realidad pero por lo menos, si no me equivoco, también han desaparecido las meninas. Las gallinas que entran por las que salen.
Gracias por estar ahí, por el feedback, por todo.
Totalmente de acuerdo con tu chapa. Parece que todo hay que juzgarlo, posicionarse, y rápido. Mira, no. Yo ya si me preguntan muchas veces digo que no lo he pensado, que necesito reflexionar (y es cierto).
Como persona que acaba de levantarse del sofá porque mi actual marido y mi actual hija han pasado la noche roncando, no tengo fe pero me apunto las cosas esas. Yo ya no puedo más 😔
Buenas vuelta, a ver si sobrevivimos a la post navidad..
Es que es todo muy cansado, tener opinión de todo, ser siempre coherente y saber de todo. Estar leída, formadita e ideal. Mira no, estoy muy cansada de todo.